sábado, 2 de enero de 2016

SERIE - LA HISTORIA DETRAS DE UN HAIKU: 'Radio'

Seguramente muchos de nosotros hemos experimentado una relación en la cual los intereses entre una y otra persona son intermitentes. Tal vez son una luz constante en las pupilas y en el sistema límbico de uno de los miembros de una pareja, pero la otra persona esa luz funciona como los focos del semáforo: a veces dan un franco verde para continuar, en ocasiones prenden la luz amarilla indicando que la cercanía y la intensidad de los afectos es incierta y en otros momentos de plano la luz roja nos da en la cara con toda su desfachatez para hacernos saber que por mucho que intentemos no hay paso hacia adelante.

Hemos sido en algunos momentos quienes marcamos el ritmo de una relación, quienes cerramos el acceso a nuestra cápsula y tendemos puentes de plata cuando no abismos o barreras infranqueables, y sin embargo cuando eso ocurre suele pasar inadvertido a nuestros ojos. En otros momentos nos toca ser los que esperan, los que anhelan, los que llaman, los que incitan sin obtener respuestas. Es aquí cuando duele el desamor, un desamor fugaz de minutos u horas o un desamor enfermo de meses o años. Lo que importan son las distancias y los reencuentros, mas para el que espera que para quien concede.

De aquí la idea del que transita libre, alrededor de quien tiene su mente y cuerpo ocupados en un punto fijo, solo en pensar en el objeto del amor. El primero vuelve cuando quiere al segundo, trazando un puente que brinda una felicidad de duración incierta.

'RADIO'

Vuelves a mí
de cuando en cuando
como la periferia al centro.

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