martes, 29 de diciembre de 2015

El Tercer Movimiento del Verano

Me he dado cuenta de manera fortuita que hay un tema que se cuela frecuentemente en lo que escribo. Supongo que es algo común en muchas personas y que se manifiesta cuando hacemos el ejercicio de escribir, quizás también al hablar, seguramente al soñar. Al final de cuentas gran parte de todo lo que hacemos, como lo hacemos, como nos relacionamos con los demás, con el mundo en general es producto del inconsciente. Y en el mío además de muchas telarañas, también hay algunas voces que tratan de asomarse a la ventana, una de ellas es la música clásica.
Lo interesante de esto es que yo no soy músico, no toco ningún instrumento ni siquiera por accidente y por supuesto no se leer una gota de música. Pero sí, disfruto la música en general, la barroca en particular y a Vivaldi y a Bach de manera específica.

Biber mysterien por Frinck51
En la novela "Flor de Canela" que acabo de auto publicar, un elemento clave de la trama es un violín, aunque debo admitir que en este caso la elección fué deliberada al final, pero en la concepción original se presentó sin llamarlo.

El violín es por mucho el instrumento que me gustaría aprender a tocar si algún día me decidiera a hacerlo, y me evoca indefectiblemente al veneciano Antonio Vivaldi, el autor que me hace sentir más feliz. No es una elección intelectual, racional, académica. Es una respuesta visceral cuando oigo sus obras y de forma muy intensa cuando escucho el tercer movimiento presto del Concerto n.º 2 en sol menor, Op. 8, RV 315, «L'estate» (El verano) al cual hace tiempo le dediqué unas líneas de las cuales despúes se originó el haikú VIVALDI que se encuentra en la colección "Haikús y primeros intentos". Transcribo ambas piezas a continuación.
  
" El Tercer Movimiento del Verano"

La naturaleza imitando al arte. Eso parecía estar ocurriendo aquella tarde de tormenta inminente en un peñasco de las Bahías de Huatulco en el Pacífico Mexicano. En el horizonte el cielo vestido con un elegante velo gris pizarra, mientras que el Sol a punto de ponerse enmarcaba aún la costa con una tenue luz blanca, un efecto persistente pues entre más oscura era la bóveda celeste más claro el borde de la tierra que daba al mar. ¡El mar! contenido en si mismo contemplaba la escena sin participar aun en el diálogo, pero que poco le faltaba.

En el radio, el escuchaba el segundo movimiento del “Verano de Vivaldi” y recordaba o trataba de hacerlo, aquella frase de un músico ruso, le parecía, que refiriéndose a Vivaldi dijo que “era un tipo tonto sobre estimado que había escrito ¿quinientas?, ¿seiscientas?, ¿ciento ochenta?, o quien sabe cuantas veces el mismo concierto”. Alfonso no podía recordar nunca con exactitud el enunciado ni menos el nombre del autor de la ironía, sin embargo siempre experimentaba el mismo sentimiento de desprecio por tal declaración y por el carácter petulante del que consideraba como un miembro más de un grupo de “matemáticos de la música”.

¿Pero es que acaso la música tenía algún sentido si no despertaba la pasión? ¿De que servía la excelsitud en la composición o en la interpretación si solo podía ser comprendida por expertos?. En cualquier caso aun apenas redescubierto en el siglo veinte, Vivaldi no fué intrascendente en su tiempo. ¿No fué de el de quién se dijo que transmitió a Bach la idea del dramatismo en las obras?. ¡Y que mayor dramatismo que el Verano!

Para quién todavía se engaña pensando en la primavera como el inicio, baste recordar que el año inicia y termina con el invierno. Independientemente de la belleza que pueda haber en esta estación, se asocia al frío, a la oscuridad, cuando no al hambre, enfermedad y soledad. El invierno de fin de año irremisiblemente en algún momento nos hace pensar en la idea de la muerte, pero al comenzar el año no obstante podemos darle al invierno el beneficio de considerarlo la vida intrauterina, el parto y los primeros meses de inconsciencia.

En la primavera todo es nuevo, brillante, sensual, oloroso, inquieto pero inmaduro y la madurez sin embargo se cuaja a diario hacia el Verano con cada retoño, con cada trino, con cada zumbido, el calor es mayor a cada instante y el cielo comienza por pedir tributo a la tierra y absorbe de ella el humus, el néctar, la vida… y los concentra y la energía acumulada es densa, más que la luz y contra la luz compite.

Las nubes frente al Sol, ahora no son solo gajos de algodón en el azul, jugando a ocultar al Astro Rey, ahora son un poder que se enfrenta a otro, pero este poder es transitorio e intenso, es pleno, pero es fugaz.
El segundo movimiento acaba y la expectación termina, la luz es vencida por ahora y el cielo se cae sobre el mar. Es 20 de Agosto, casi el inicio del tercer mes del Verano ¿el tercer movimiento?.

El mar pierde la calma y se abalanza sobre la tierra, le hace el amor con furia pero sin lastimarla, la mojará esta noche, toda la noche y al final terminará por auto-contenerse de nuevo, mientras tanto sus bramidos son feroces y el cielo lo estimula, lo azota, lo fustiga, la pasión es placer, pero el placer no es solo satisfacción, es la liberación de la lucha del ser, la energía desbordada, el llanto contenido por tanto tiempo, que termina por fin en el clímax… con el último acorde.



'VIVALDI'
En el verano,
la pasión casi estalla…
pero despega y vuela.




 

jueves, 24 de diciembre de 2015

Historia de una nueva portada


El primer libro que autopubliqué fue una colección de haikús llamado “Haikús y primeros intentos” en Lulu.com. Para esa primera vez elegí como portada una vieja fotografía que encontré entre las cosas que abandonadas de Jerome Niquet, un postdoc francés que dejó el laboratorio donde yo hacía mi maestría.
Creo que emigró a un centro de investigación del Valle de San Fernando en California al aceptar una posición como investigador. Yo no tenía sus datos por lo que no había forma de contactarlo y tomé prestada su fotografía.

El libro estuvo durmiendo el sueño de los justos en Lulu.com y cuando publiqué mi primer libro en Amazon: "Flor de Canela" decidí cambiar el libro de haikús a la misma plataforma. Junto con este cambio me pareció necesario también hacer un cambio de portada. No tenía en ese momento ninguna ni a la mano, ni en mente por lo que hice uso del banco de fotografías de Amazon. Escogí una agradable imagen que representara a la naturaleza según la filosofía del haikú, moví algunas de las características del menú aquí y allá para agregar título y el nombre de autor, es decir el mío y voila! Una segunda portada mas ad hoc apareció.
Esta imagen sugería un aspecto mas vigoroso que el de los delicados tulipanes previos y ofrecía la metáfora de la búsqueda representada en el río que disecaba el espacio entre los árboles, corriendo hacía un lugar distinto y desconocido. Me sentí satisfecho con el mensaje y con el nuevo aspecto del mismo y publiqué nuevamente "Haikús y Primeros Intentos".
Esta ha sido la segunda portada desde agosto del 2015. La imagen me gusta y evoca muchas ideas y sentimientos, sin embargo siempre he tenido la sensación de que al mismo tiempo era algo impersonal además de que al ser parte de un banco constante de imágenes de Amazon, nada impedía que se utilizara nuevamente en otra obra, de otro autor. Esto me llevó a decidir cambiar nuevamente la portada por una tercera que fuera diseñada de acuerdo a mis ideas, el contenido de mi libro y algunos lineamientos específicos.
Tenía referencias de diversos sitios que ofrecían diseñar toda clase de imágenes para propósitos variados y ahí busqué. Sin mas referencias previas elegí el nombre del diseñador que apareció primero en una larga lista. El nombre de usuario vamcrx se acompañaba de varias recomendaciones. No tenía algún otro criterio para decidir por lo que me pareció buena idea optar por encargarle en trabajo.
Me preguntó que ideas tenia para la portada. Parecía obligado el tema de la naturaleza aunque con una imagen que no utilizara algún otro libro en Amazon. Además de esto imaginaba el perfil de la cara o su silueta que representara la imagen de alguien reflexionando, quizás creando en el entorno natural. Quizás un cliché bucólico y onírico. Algo difuminado quasi-fantasmal sugiriendo el pensamiento o la ensoñación propia de la poesía.
Me propuso algunas imágenes de siluetas humanas, para sobreponer al paisaje boscoso y otoña que ya había elegido pero no me convencieron. Convenimos en que me enviaría una prueba de dicho paisaje para decidir si me quedaría con el u optaría por cambios.
Luego de algunas horas vamcrx me envió la imagen elegida. De motu proprio incluyó la silueta de un hombre dando la espalda y caminando por el sendero que atravesaba el paisaje, vistiendo un traje oscuro con las manos en los bolsillos y la cabeza inclinada a la derecha, quizás viendo al frente o tal vez a algún punto indefinido en el infinito, un punto fijo en su mente. El andar parecía pausado como el que se requiere para que las ideas fermenten en la mente, o tan solo para que el cerebro las paladeé un largo rato. Podría haber sido cualquier individuo pero quizás por un semejanza real, quizás por un juego de la mente me pareció ver la figura de mi padre muerto a los 74 años hace 20 años ya, pero como habría lucido en sus 30.
Mi padre y mi abuelo asisitiendo auna corrida de toros en 1951
Para evitar el sesgo de mi propio juego mental envié la imagen electrónica sin mayor explicación a mi mamá y hermanos, para preguntar a quién les evocaba la figura.
Mi hermana la menor de cuatro - y la consentida de papá - no dudó en opinar que podría ser mi padre o inclusive mi abuelo el coronel a quién ninguno de nosotros conoció vivo e inclusive me indicó la imagen específica que le recordaba cuando ambos asistian a una corrida de toros.
El tercero de los hermanos - tal vez el mas emocional - escribió: "En realidad es papá, caminando sereno y cuando nos encontremos de frente con él, al paso del tiempo, veremos en su rostro una sonrisa preciosa. Y le podremos decir: siempre estuviste ahí".
El segundo de mis hermanos - el que me sigue en edad y fué primer complice de juegos y travesuras - le ha 'bebido los alientos' a mi padre tanto en profesión, como en gustos y en la manera de andar y vestir inclusive. El, que también podría haber sido sin duda el sujeto de la imagen sin más preámbulos concordó con los demás y fué más lejos al crear ipso facto un poema que evidentemente asumía que el susodicho representaba a nuestro ausente progenitor:

Vuelvo mis pasos al encarnado sendero,
mas no hay abrojos. En aquella grana incierta
el bermellón exulta un amor duradero
y el carmesí desata mi frenesí, y lo alienta.

Vuelvo mis pasos por el rumor de una mera evocación
¿Quién es aquel por cuyos pasos la hojarasca cruje?
Él camina. Yo no lo ignoro porque veo su traje,
brillante va, pausado va; mas el turbio celaje
me vuelve a mí ¿por qué mi ensoñación, por qué evoco una iluisión?

Si eres Tú, ¡tu presencia me hace fuerte!
Vuelve tu estampa al bosque, caballero itinerante.
Vuelvo hacia tí ¿a donde, a un sendero inerte?
La evocación no es Él, nace de mi mente.

Y lo firmó con su habitual sentido del humor como FCR, El conde de la Real Villa de Tacubaya, asiento de nuestra querida y extinta AMM.

Mi madre tardó mas en responder pero tal vez porque se le había dificultado decir algo al recordar también al amado ausente. Pero le gustó mucho también como lo comprobé después.

No dudé más y elegí la imagen en cuestión sumamente complacido y emocionado.

Este año mi padre cumplió 20 años de muerto. En agosto la familia se reunió en el Panteón Francés de San Joaquín en la Ciudad de México, donde reposan sus restos para recordarlo juntos. Ahí nos dimos cita, mi madre, mis hermanos y la única nieta que conoció, además de sus tres nueras y cinco nietas y nietos que ya no conoció.

Ahora es 24 de diciembre, nochebuena. Tal vez es solo una casualidad pero prefiero pensar que es una forma de mi padre de hacerse presente e indicarnos que va delante mostrándonos que el camino con los colores rojos, y verdes envueltos en tonos ocres propios de la navidad, es un camino bello. Pero que hay que recorrerlo con paciencia, con serenidad, con elegancia y con inteligencia. Y que sigue y no sabemos donde termina por que la bruma nos impide ver el futuro porque lo que es claro y brillante es el presente que está a nuestro alrededor.

¡Gracias Don Alfonso, gracias papá por hacerte tan presente de nuevo a partir de esta noche!

¡Que el Dios Niño cuyo nacimiento conmemoramos hoy te tenga en la palma de su mano!

¡Salud!

jueves, 17 de diciembre de 2015

"Cartas a una Extraña" de Mercedes Pinto

Mi experiencia con este libro comenzó en julio de 2015. Además de la gran historia que es y lo mucho que he disfrutado su lectura, hay alrededor una serie de hecho significativos para mí que me gustaría relatar.

Hace un poco mas de 25 años me surgió la locura de escribir un libro. La oportunidad se presentó por serendipia cuando se publicó una convocatoria para participar en un concurso organizado en México por la editorial Diana y el periódico Novedades.

No describiré ahora - quizás en otro momento - los hechos relacionados a la escritura de dicho libro, solamente que se llamó Diamante Ajedrez y fué una historia de ficción. No ganó nada en ese concurso y viendolo con frialdad, había sido un gran esfuerzo de adolescencia pero con mas ilusiones que oficio. Así que este libro ha estado durmiendo El Sueño de los Justos desde entonces.

En julio del 2015, encontré una convocatoria al 2o Concurso Literario de Autores Indies organizado por Amazon y otras editoriales. Me pareció que era el momento justo para revisar mi libro quiescente y volver a someterlo a concurso, pero dice el dicho que es más facil parir que revivir a un muerto por lo que opté por inventar una nueva historia que dió origen a la novela "Flor de Canela"


 La emoción por haber creado una historia propia, aunada a la ilusión por participar y eventualmente poder ganar un concurso me hizo revisar la listas de libros participantes mas visitados durante el tiempo en que se cerró el concurso y que se comunicaron a los finalistas. "Cartas a una extraña" se mantuvo en el primer lugar de popularidad todo ese tiempo y evidentemente llamo mi atención, al grado de comenzar a explorar de que trataba la historia y quien la escribia. La autora resultó ser una española que a la sazón también era médico - o médica - como yo, lo cual me hizo inmediatamente conectar con la idea de que alguien que compartía mi profesión tuviera también exito como escritor lo cual fué motivador.

Compré "Cartas a una extraña" en su versión Kindle y lo guardé varias semanas entretenido con otras actividades que no me permitieron leerlo inmediatamente.

El concurso terminó, mi libro no ganó nada y el de Mercedes Pinto quedó como uno de los finalistas. Así que me decidí a leerlo... ¡y quedé encantado!

 
La historia de una mujer que rompe con su familia en la adolescencia por desaveniencias irreconciliables con ellos, para emigrar a otro país a trabajar y su posterior regreso a la casa materna al morir su madre sin haberla vuelto a ver, ya era de por sí un ingrediente interesante para comenzar. Pero el plato fuerte viene quizás con una combinación entre un amor platónico, anacrónico y a todas luces imposibles entre dos desconocidos mezclado con una serie de intrigas detectivescas y quasi-policiacas por develar secretos muy oscuros de una familia aparentemente convencional y socialmente bien posicionada en medio de un proceso testamentario.

El relato con todos sus méritos, y el cual disfruté mucho fué solo una parte de mi descubrimiento, pues lo que mas me dejó este libro fué el aprendizaje de que un libro tenía que tener no solamente la historia para ser un gran libro, sino el oficio de escribir.

Yo había tardado un mes en escribir el mío y estaba muy orgulloso del mismo, pero intuía que no era del todo maduro. Al leer el de Mercedes me di cuenta que ahí había - como en cualquier otro gran libro - el trabajo arduo de una escritora dedicada, concienzuda, meticulosa y obviamente con talento.

En una entrevista para la TVE Mercedes menciona que le llevó ¡11 meses dedicando 8 horas diarias la escritura de "Cartas a una Extraña"!

La página de Mercedes Pinto y su blog me han abierto un espacio para seguir aprendiendo y creciendo como el novato que soy en este mundo de las letras y lo recomiendo para todo aquel que esté comenzando y quiera seguir el mismo rumbo.


miércoles, 4 de noviembre de 2015

"Infinity Blade Redemption" de Brandon Anderson

No soy un fanático de los videojuegos y dificilmente conozco mas de dos o tres, pero debo confesar que si soy fanático de Infinity Blade.

Hace tiempo Apple puso ciertas apps gratuitas no recuerdo porque motivo. Entre ellas estaba Infinity Blade II. Cuando la abrí la parte gráfica me atrajo mucho, buena definición y el tema de caballeros - aparentemente medievales - luchando con espadas e instrumentos similares resultó atractivo, pero no entendí la mecánica del juego y me olvidé de el. Y así fué por meses.

En algún momento de ocio, como supongo siempre suele suceder le dediqué un rato a comprender el juego ¡y me atrapó!, como también supongo suele suceder.

El caso es que llegué al fin de Infinity Blade II y entonces me dió curiosidad saber como era la parte I y luego la III. En esa exploración me encontré con que ChAIR Entertainment la compañía que desarrolló el juego había encargado a Brandon Anderson dos libros, uno que conectara la primera parte con la segunda y otro que conectara la segunda con la tercera. 'Redemption' es este ultimo libro y por casualidad es lo que acabo de terminar de leer, así que puesto en esta tarea de escribir el blog sobre 'mil o innumerables libros' le tocó en turno ser reseñado.

No quiero ser prejuicioso y como dije en mi primer post, no tengo las calificaciones suficientes para ser crítico de literatura por lo que tratare de no caer en ninguno de los dos extremos es decir, de quienes consideran este tipo de literatura como basura, ni por otro lado en los que lo considerarán libro de culto.

Me limitaré a decir que me entretuvo, que fué divertido pero también fue raro. Obviamente la historia tenía que ajustarse al juego que había sido primero, por lo cual en algunos momentos quizás parece forzado. No obstante me parece que la narrativa fué bien manejada por el autor quien tiene ya suficiente oficio en estas artes como para mantener el interés.

La descripción de un mundo digamos real, aunque ya con tintes futuristas con una empresa - o empresario o visionario- como es Galath quien trata de lograr la inmortalidad a través del uso de tecnología puede sonar extremo pero al final de cuentas ha sido un sueño perseguido de larga data por la humanidad y ahora explorado entre otras cosas a través del uso de las celulas troncales que no se nombran como tales en el libro pero de alguna manera se las incluye tangencialmente, al hablar de la regeneración o reconstitución después de la muerte.

Un tema singular resulta el Patrón de Identidad Cuantica (QIP por la siglas en inglés de Quantum Identity Pattern) que es una forma de conceptualizar el tradicional concepto del alma, como un programa operativo que codifica todas las características de una persona y puede transferirse en un nuevo cuerpo o 'disco duro' lo cual posibilita la resurección.

Y luego la narración paralela intercalada en un mundo que parece ser primitivo pero que en realidad resulta postfuturista y de hecho posterior y continuación del mundo anteriormente descrito se intuye en ciertos momentos, aunque solo termina por constatarse hasta el final. Este es quizás uno de los aciertos de forma de la obra.

Por otra parte no hay mucho de original, con villanos como Ausar que se convierte en el heroe Siris, una mujer ruda capaz de realizar las mismas o mejores proezas que cualquier hombre pero a la vez femenina y seductora es un rasgo de nuestro tiempo y por otra parte el villano-honesto que es Raidrair y el villano mas perverso de todos que es Galath que evoluciona de empresario millonario a Dios todopoderosos de un mundo hecho para la supervivencia de los elegidos, a quienes se ha convertido en inmortales.

Es obvio que lo mas divertido del juego es ganar en cada duelo y esto no es una de las características del libro que no se acaba de centrar en un tema de honor, de estrategia, de supervivencia sino que al parecer oscila en todos ellos.

No obstante todo ello mantiene el interés y al menos crea una fantasía para pasar de la etapa de liberación de Siris y Raidrair de la prisión en la que antes estuvo El Trabajador (The Worker) Galath hasta el momento donde Galath es destruido y el mundo preservado de una destrucción total.

viernes, 30 de octubre de 2015

"París" de Andre George


Comenzar mis pretendidas reseñas con este libro no es necesariamente una declaración de principios, es decir no se trata de que el tema que mas me interese sea Francia - aunque bien podría serlo - ni los viajes, o París en particular - también podría serlo.

Relatar mi experiencia con este libro es antes que nada motivo de una coincidencia en el tiempo pues recientemente realicé un viaje a la ciudad Lux en la cual tuve oportunidad de explorar con mas detalle mucho de lo que me interesaba de la misma. Me ayudé de una guía relativamente completa para una visión a vuelo de pájaro de los principales atractivos de París, además de información que ya sabía y por supuesto de buscar aquí y allá fundamentalmente en internet.

Al regresar del viaje, volví a tomar este libro editado entre los años 30 y 50 del siglo pasado, y que había sido un regalo de mi Padre. Mi interés en París fue creciendo desde la infancia y en ese libro con sus fotografías en blanco y negro y sobretodo con un mapa independiente del empastado, pude recorrer - y en muchos casos aprender - sitios de la antigua Lutecia que no conocí sino hasta ya bien entrados en mis 30 años en los que pude escaparme por solo unas horas en tren aprovechando un viaje de trabajo a Madrid.


Ahora la visita había durado mas tiempo y aunque recorrí los sitios obligados: La Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, Los Inválidos, Los Campos Elíseos, etc, etc., tuve también la oportunidad de explorar mas barrios y con mas detalle, así que quise confrontar mis nuevos conocimientos e impresiones con los antiguos que me había proporcionado principalmente la lectura de 'París de Andre George'.

Debo admitir que aunque en muchos momentos reviví la emoción por lugares que han estado ahí practicamente sin cambios desde hace siglos los cuales son descritos de la forma identica como pueden ser encontrados hoy, en muchos otros momentos sentí el profundo desfase que ya existe entre un libro que fué escrito hace 65 años para describir a una ciudad que si bien conserva muchísimo de su historia y tradición también ha evolucionado - muy al estilo francés - con gran intensidad en este tiempo. Así y solo por dar un ejemplo no existe en ese libro por supuesto ni siquiera el destello de la pirámide de entrada al Museo de Louvre que dicho sea de paso habría escandalizado a mas de uno en aquellas épocas; ni se podría entender como ahora esa línea entre El Louvre, El Arco del Trinfo y La Defensa que conecta tan sintácticamente la Monarquía, el Imperio Napoleónico y la actual República.

Por otra parte esta cuajado de referencias cultistas a una pléyade de nombres de escritores, pintores, escultores, arquitectos y demás personajes que además de hace la lectura muy pesada en ciertos momentos por otra parte refleja un cierto tono de pendantería por parte del autor - posiblemente involuntaria y debida al estilo de la época - en la cual se pretendería que toda persona 'bien educada' conociera a todos y cada uno de los personajes mencionados, algunos de los cuales evidentemente mantienen su relevancia en la historia pero muchos otros que quizás se han perdido en la oscuridad de los tiempos por su bajo impacto en general en la cultura universal.

En fin, este libro lo guardo como un bello presente de evocaciones ya remotas y es probable que si tengo la oportunidad de viajar a París de nuevo lo vuelva a revisar para constatar que sigue en pie y que no, que es relevante a nuestra época y que ha desaparecido.